Guaro

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La Villa de Guaro data de la época árabe, aunque existen vestigios e asentamientos en la zona de Ardite ( Partido de Ardite) referente a la ocupación por pueblos prehistóricos.

En épocas más recientes, en la zona del Polvillar se han encontrado restos de asentamientos romanos, tales como cerámicas, construcciones, etc... y es en la etapa árabe cuando se tienen las primeras noticias en relación con el término o alfoz de Guaro de las cuales se tiene constancia, nos hablan de la existencia de un núcleo de población que es conocido por Guaro el Viejo y que se encontraba situado en una zona hacia el Norte y ocupando las faldas de una colino en descenso suave hacia una vega, por la que corre el río Grande, el río que da vida y valor a la zona de más riqueza agrícola del lugar. A los pies, como decíamos, el asentamiento y en la cumbre de la colina una torre, que formaba parte de un sistema defensivo nazarita, basado en cadenas de fortificaciones que, prácticamente a la vista una de otras, servían como defensa y transmitían mediante fogatas y homos alarmas y dificultades. No existen antecedentes ni vestigios que nos hagan suponer algún tipo de vida o asentamiento anterior a la época musulmana de la existencia de la población de Guaro, y sí alusiones a su presencia en dicha época, muy ligada, además, siempre a la villa y fortaleza de Monda, la antigua Munda y Mundat árabe, de la que recibían noticias y mensajes a través del sistema de mensajes y señales ya referido.

De la torre mencionada sabemos algo de sus vicisitudes: Sentado ya su carácter defensivo y militar, sabemos que una vez conquistada Guaro por los Reyes católicos, al poner sitio a Coín, esto donan la torre a sus repostero, D. Miguel de Arazó, con todos los anejos que le pertenecían, doscientas fanegas de secano, viñas y regadíos.

La Real Cédula de Donación tiene fecha de veintiuno de junio de 1.492.

En Abril de 1.485, efectivamente, se produce la conquista de Guaro pro los Reyes Católicos, tras la toma de Coín, junto con una serie de lugares de la zona.

Curiosamente, los pobladores vasallos de Fernando e Isabel y por consiguiente mozárabes mantienen excelentes relaciones con los cristianos viejos. Y el prestigio de los jefes mozárabes es tal que incluso son consultados por sus superiores en algún caso.

Y así, en la Real Provisión de siete de junio de 1.491 se habla de Hamet Haza, alguacil moro de Guaro, que con vecinos de Guaro y Monda comparece en la Mezquita de la Morería de Málaga ante Alí Dordux, cadí de los mudéjares de la ciudad, para terminar las propiedades que en el alfoz de Guaro existían pertenecientes a los pobladores huidos a África que no quisieron guardar sumisión a los Reyes y repartirlas entre los cristianos viejos que acudieron a repoblar el lugar procedentes de otras poblaciones.

Surge en el siglo XVI, como sabes, la rebelión delos moriscos y la torre de Guaro ha de ser reforzada y preparada para la defensa cristiana.

En 1.568 la encontramos guarnecida por D. Gaspar Bernal encargado expresamente de su mantenimiento ante los posibles ataques. Son los últimos días de la vida militar del bastión. Pasado el vendaval dela revuelta y expulsados los moriscos, la torre ha dado sus últimos servicios y hoy sólo queda de ella el entrañable recuerdo histórico.

Actualmente la población se sitúa al Sur del antiguo asentamiento, Guaro el Viejo, del que, igual que de su torre, sólo conservamos su memoria. La población actual ya muy cerca de Monda, de la que era anejo ecesiástico en la reestructuración parroquial de 1.505 del obispado de Málaga, se agrupa en los alrededores del río Arroyo Seco, y en la falda de un cerro rodeado por los montes Alto, Ardite y la Sierra, posición más lejana que la del antiguo Guaro a la zona de más riqueza agraria del término: el valle del Río Grande.

El asentamiento descrito pasa a ser villa en 1.614, mediante el privilegio que le conced Felipe VI, quien al mismo tiempo crea el condado de Guaro, concediéndole el título a D. Juan Chumacero Sotomayor y Carrillo Lasso de la Vega, caballero de Santiago, el 8 de septiembre de 1.648, por Real Despacho de 28 del mismo mes y año. Tenemos noticia de los Chumacero que se establecieron en Málaga, procedentes de Valencia de Alcántara. El hijo de Juan González Chumacero Sotomayor, casó en Málaga con Catalina Carrillo Lasso de la Vega. Perteneció el conde al Consejo y Cámara de su Majestad, siendo oidor de la Cancillería de Granada y de la General Inquisición y Caballero de Santiago, cuyo hábito vistió el 23 de febrero de 1.620. Casó con Francisca de Salcedo (de Medina del Campo). Al figurar en sus armas los “taos” que eran símbolos de los comendadores de San Antonio Abad y de San Juan, habría alguna relación entre el conde de Guaro y éstas órdenes.

No se conservan en el término restos de caminos o puentes que indiquen la importante exportación de productos agrícolas que ha tenido Guaro en algunos momentos de su historia(especialmente pasas o higos, entre los siglos XVI y XIX), ya que los caminos de toda la zona eran de herradura y los ríos o arroyos (en este caso el río Grande y el Arroyo Seco) se vadearían por aguas poco profundas o existirían pequeños puentes de madera.Hasta 1930 no tenemos constancia de la construcción de un puente de obra, de un sólo arco, para salvar el arroyo Seco, en el antiguo trazado de la carretera Coín-Alozaina.

En cuanto al establecimiento de agua, Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico de mediados del siglo XIX nos dice que en Guaro había dos fuentes de agua muy saludables para el consumo del vecindario.

También los textos citan a Guaro como uno de los lugares en que había una importante producción de pasas, que decae tras la expulsión de los moriscos. En los siglos siguientes la villa sufre los mismos avatares que las poblaciones de alrededor, epidemias, terremotos, y la epidemia de filoxera, que acabó con los viñedos.

Aunque sus calles sean estrechas, debido a su nuevo emplazamiento de finales del XV, no se conserva el clásico entramado urbano de época islámica con calles sin salida. Las viviendas son generalmente de dos plantas cubiertas a dos o cuatro aguas con teja morisca.

El municipio de Guaro cuenta con restos de la Edad Media, como los despoblados de Guaro el Viejo, a cinco kilómetros del pueblo en dirección a Coín; el Despoblado del Cerro del Polvillar, localizado por la existencia de bancales de piedra y restos cerámicos, y el Castillo de la Erilla, donde los materiales cerámicos aparecidos pertenecen a una alquería nazarí.

Por otro lado, nos encontramos con el Puente sobre el Arroyo Seco, del cuál tenemos constancia desde el año 1930.Un ejemplo de los cambios qu el Patrimonio Histórico sufre con el paso del tiempo, y en el que podemos ver reflejados tanto los producidos por nuevas concepciones arquitectónicas como por la destrucción es la Iglesia parroquial de San Miguel, que se erige en 1505 como aneja a la de Monda. Otros monumentos de carácter religioso de la localidad son la Ermite de la Cruz del Puerto, restaurada recientemente aunque su origen se remonta al siglo XVIII, y muy cerca de ella el Cementerio, construido en 1894.

De su economía, basada en productos agrícolas, viñas, higueras, almendras...apenas se conservan restos; tan solo una almazara de principios del siglo XX en la que aún se obtiene aceite de forma artesanal, el Museo Molino de Marmolejo donde no sólo se expone la maquinaria y los últiles propios de los antiguos molinos de aceite que funcionaban antaño en la localidad, sino también se recrean el patio de trojas donde las aceitunas esperaban su turno de molienda y la Molineta de Guaro.

El calendario festivo de Guaro comienza con la Semana Santa en el mes de Abril; poco después, a mediados de mayo, la Romería de San Isidro; a finales de Agosto se celebra la Feria de Verano; el mes de septiembre hace su entrada con el Festival de la Luna Mora, magnífica exhibición del folklore andalusí. Y finalmente, para concluir con el calendario festivo, se celebra la Fiesta de la Inmaculada Concepción, la noche del 7 al 8 de Diciembre.

De gran interés es la fiesta de las Mayordomas(que coincide con la fiesta de la Inmaculada Concepción, la noche del 7 al 8 de Diciembre), en honor a esta imagen, que arranca desde que se promulgó el dogma a mediados de siglo XIX. Con el sistema de mayordomos se responsabiliza a las personas elegidas en una serie de tareas como el cuidado de imágenes, organización de las fiestas, y a veces administrar el dinero necesario para la festividad o incluso costearla. En Guaro se eligen no más de seis muchachas que serán las camareras de la virgen, cuidarán y adornarán la imagen de la Virgen, la acompañarán en la procesión(el día 7 de diciembre) y al día siguiente en la misa recitarán composiciones a la Inmaculada, pudiendo elegir a las que las sucederán en el cargo al año siguiente.

En cuanto al entorno económico – social de la villa, vamos a destacar aquí la agricultura que marca de forma fundamental la vida local. El agua es elemento importante que motiva uno de los aspectos económicos más destacados: El regadío y el abastecimiento humano. En efecto, el Río Grande, que es la vía fluvial principal, atraviesa el alfoz de Oeste a Este y riega una hermosa vega que hace del sitio el lugar más atrayente del término, con una belleza paisajística notable enmarcada por las montañas de la Serranía de Ronda ya próximas. El río corre por las proximidades de la colina donde se encontraba la torre de defensa, “la torre de Guaro”, y el Guaro primitivo, como decíamos, dando vida al entorno.

Tenemos que citar también como actividad local, la producción olivarera, el almendro, las higueras (cuyos frutos eran tan apreciados en tiempos musulmanes y aún después) y algo de ganadería, así como las primeras industrias de elaboración de productos como aceiterías y tratamientos de almendras.

Guaro es una villa de costumbres sencillas y diáfanos horizontes. Tradiciones, leyendas, anécdotas de su presente y su pasado no faltan, así como festejos y manifestaciones lúdicas que tienen lugar cuando terminan las cosechas. Por su entrañable sentido del espíritu y de la forma de ser de sus habitantes queremos destacar aquí la tradición de las “mayordormas”, muchachas encargadas de la Custodia de la Virgen durante un año, dando ejemplo de virtudes cristianas. Con sus padres, acompañan a la Virgen en procesión, y ésta se detiene en sus domicilios con gran algaraza de cohetes y bengalas. Al día siguiente, el 8 de diciembre, designarán las nuevas “mayordomas” para el próximo año, habiendo cumplido el objetivo de tan encomiable labor. La Villa, feliz, se prepara entonces para la Navidad y la estática invernal. Siguen los períodos o ciclos agrícolas que van marcando la vida económica – social, siguen los días, siguen los años. .............

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