Toa Baja

Puerto Rico / Bayamyn / Levittown / Carretera Militar (PR-2)
 ciudad, pueblo, municipio

Es conocido como la “Ciudad de los valles del Toa”, “Ciudad bajo aguas” y “Los Llaneros”. Su patrono es San Pedro Apóstol. Este municipio posee una superficie de aproximadamente 62.4 kilómetros cuadrados (24 millas cuadradas) y cuenta con 94,085 toabajeños (censo 2000). Su territorio está organizado en los barrios: Toa Baja Pueblo: los vecinos interesados en fundar un pueblo debían otorgarle el poder a una o más personas que los representarían ante el gobernador y vice-patrono real. Esta persona podía autorizar la fundación y la constitución de una parroquia. Los poderdantes debían ser mayoría en un territorio y mayor de diez. Una vez promovido el expediente el gobernador designaba un capitán poblador que tendría la representación de los vecinos y uno o más delegados generalmente miembros de los cabildos vecinos para que recibieran las pruebas. Se debía probar que el vecindario se encontraba muy alejado de la iglesia por lo que ha sus pobladores se les hacía difícil recibir los sacramentos y los servicios municipales. Generalmente se demostraba la ausencia de caminos o puentes o el mal estado de los existentes. Si era aprobada la solicitud exigía a los vecinos que deslindara el territorio del nuevo municipio y construyera ciertas obras municipales que incluían: una iglesia y casa del cura, la Casa del Rey, una carnicería, cercar un área para cementerio y reservar terrenos para la plaza y ejidos. Se esperaba que los vecinos cubrieran la construcción de estas obras mediante derramas. Usualmente algún propietario donaba los terrenos necesarios para la fundación. Una vez satisfechas las exigencias el gobernador autorizaba la fundación y la creación de una parroquia y designaba un teniente de guerra que era generalmente el mismo capitán poblador., Sabana Seca, Palo Seco, Campanillas, San José, Ingenio, Candelaria y Media Luna.

Para finales del siglo XX, las industrias predominantes de este municipio eran la manufactura de metal, plástico, concreto, textiles, productos electrónicos y licores. También, se cultivaba algunos frutos menores y se criaba ganado lechero. Según el Departamento de Agricultura (2002), Toa Baja contaba sólo con tres fincas, lo que marca un descenso de un 86% al compararse con las 22 que existían para el 1998.

Geografía

Toa Baja limita al norte con el océano Atlántico; al oeste con el municipio de Dorado; al sur con Toa Alta y al este con los municipios de Cataño y Bayamón. Geográficamente, corresponde a la región denominada Llano Costero del Norte. Sus suelos son muy fértiles. Su sistema hidrográfico está compuesto por el río La Plata (Toa), el río más largo de la Isla, el caño Cocal y varias quebradas.
El nombre de este municipio proviene del vocablo taíno toa que quiere decir “mamá” y que era el nombre original del río La Plata, mientras que la palabra “baja” alude a las grandes extensiones de tierras llanas que caracterizan al territorio de Toa Baja.

La fundación de Toa Baja ha sido causa de algún debate, ya que algunos historiadores sostienen que tuvo lugar en el 1745, mientras que otros aluden a que su fundación se dio unos años más tarde. Para finales del mismo siglo, se conocía el área del asentamiento como la Ribera de Toa Baja y era clasificado como aldea: agrupación de casas que no constituye un municipio y está agregada a un pueblo mayor. En esencia, era un poblado con poco vecindario y, por lo común, sin jurisdicción propia.. En las riberas del Toa, lugar del yucayeque del cacique Aramaná, Juan Ponce de León estableció la Granja del Rey. Los indios taínos que vivían en dicho lugar, bautizado como Santa Elena, fueron esclavizados y utilizados como mano de obra. Algunos historiadores sostienen que ésta fue la primera estación agrícola experimental de la Isla. Allí se introdujeron los vegetales traídos de Europa y se mejoraron los que se cultivaban en la Isla.

Para finales del siglo XVI, Toa Baja contaba con una creciente actividad agrícola y ganadera. La Ribera del Toa atrajo a numerosos pobladores durante el siglo los cuales llegaron a la región por la riqueza de sus tierras de aluvión y la abundante pesca. Los primeros en poblarla provenían de las Islas Canarias. Originalmente, el municipio estaba compuesto por los barrios: Candelaria, Pájaros, Río Lajas, Espinosa, Tamarindo, Mucarabón y Dorado.

Según fray Iñigo Abbad, la iglesia de Toa Baja ya existía cuando ocurrió la primera sublevación de los taínos. Este señalamiento demuestra que la iglesia es una de las más antiguas de la Isla. Fue construida en el 1759 como parroquia, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción, San Pedro y San Matías. En la actualidad, está dedicada a San Pedro Apóstol. En el 1779, también fue bendecida y abierta la ermita: Santuario generalmente pequeño, erigido en despoblado acomodado a las necesidades de los vecinos más o menos lejanos. Se erigían para que los vecinos que vivían lejos de la iglesia pudieran cumplir con sus deberes religiosos. Se autorizaba a erigir una ermita a aquellos que vivían a más de seis leguas de la cabecera o en las estancias y hatos que tuvieran 30 vecinos o más. de Nuestra Señora de la Candelaria en la hacienda El Plantaje. Cuando se funda el pueblo: los vecinos interesados en fundar un pueblo debían otorgarle el poder a una o más personas que los representarían ante el gobernador y vice-patrono real. Esta persona podía autorizar la fundación y la constitución de una parroquia. Los poderdantes debían ser mayoría en un territorio y mayor de diez. Una vez promovido el expediente el gobernador designaba un capitán poblador que tendría la representación de los vecinos y uno o más delegados generalmente miembros de los cabildos vecinos para que recibieran las pruebas. Se debía probar que el vecindario se encontraba muy alejado de la iglesia por lo que ha sus pobladores se les hacía difícil recibir los sacramentos y los servicios municipales. Generalmente se demostraba la ausencia de caminos o puentes o el mal estado de los existentes. Si era aprobada la solicitud exigía a los vecinos que deslindara el territorio del nuevo municipio y construyera ciertas obras municipales que incluían: una iglesia y casa del cura, la Casa del Rey, una carnicería, cercar un área para cementerio y reservar terrenos para la plaza y ejidos. Se esperaba que los vecinos cubrieran la construcción de estas obras mediante derramas. Usualmente algún propietario donaba los terrenos necesarios para la fundación. Una vez satisfechas las exigencias el gobernador autorizaba la fundación y la creación de una parroquia y designaba un teniente de guerra que era generalmente el mismo capitán poblador. de Trinidad de Palo Seco en 1839, la ermita sirvió de lugar de culto para los residentes de esta comunidad.

Para 1776, existían 162 estancias, seis hatos, doce haciendas: Unidad agrícola mayor que la estancia y menor que el hato. Las primeras haciendas se dedicaron al cultivo de caña de azúcar en ellas se establecieron primero trapiches y más adelante ingenios en los que se producían mieles y azúcar moscabada (o sin refinar) y cuando poseían alambique se producía aguardiente. En una segunda etapa las haciendas se dedicaron al cultivo del café. de azúcar y un trapiche propiedad de Agustín Losna. La zona enviaba a San Juan sus frutos: chinas, limones, guayabas y guanábanas. Se producía: azúcar, melao, aguardiente, maíz, arroz y un poco de café, el tabaco se empezó a cosechar en el siglo siguiente. Para el 1788, la población de Toa Baja ascendía a 414 familias con 2,203 miembros.

Cada año, las crecidas del río provocaban graves daños a los vecinos y sus cultivos, por lo cual los habitantes se veían afectados económicamente. En el 1841, la crisis fue tal que un grupo de vecinos solicitó trasladarse del pueblo a la “Altura del Dorado”, pero la mayor parte de ellos se opuso. Al año siguiente (1842), se creó el municipio de Dorado y para 1860 los habitantes de Toa Baja solicitaron ser anexados al pueblo de Dorado, ya que su pueblo sufría una grave crisis debido a la decadencia del comercio y la agricultura. Este traslado nunca se llevó a cabo.

Gracias a sus tierras fértiles, prosperó el cultivo de caña, la cual tuvo gran importancia en esta región. Para el 1878, Toa Baja contaba con cuatro haciendas de caña con máquinas de vapor y dos trapiches de bueyes. Algunas haciendas más importantes fueron la hacienda Media Luna, fundada por Cipriano Nevárez de 60 cuerdas de terreno y la hacienda Santa Elena, fundada en 1790 por Juan Rijus Feduchi de 100 cuerdas de extensión. En el 1897, se fundó la central Constancia, propiedad de Gerardo Soler. La misma poseía 450 cuerdas de siembra de caña y estuvo operando hasta el 1962.

Dichas centrales y haciendas requerían un gran número de trabajadores siendo los esclavos los utilizados para dicha industria. En 26 de marzo de 1843, estos se sublevaron y marcharon hasta el pueblo apoderándose de la Casa del Rey: lugar en el que se ubicaban las oficinas del Teniente a Guerra o Alcalde. Allí, se congregaban los vocales de la Junta o los regidores del Cabildo. Era posible ver en sus facilidades los cuarteles de las Milicias Urbanas del lugar. Si en el pueblo existía una Casa Consistorial, la Casa del Rey servía únicamente como cuartel y cárcel.. A pesar de sus esfuerzos, eventualmente fueron vencidos por la milicia española.

La productividad de sus tierras y el desarrollo de la industria del azúcar en Toa Baja convirtieron al pueblo en uno de los proveedores principales de la alimentación y del desarrollo económico de San Juan. A medida que aumentaba la población de la capital, se intensificaba el consumo de los frutos que producían sus estancias y haciendas.

A principios del siglo XX, Toa Baja, al igual que otros municipios, fue incorporado al municipio de Bayamón mediante la Ley para la Consolidación de Ciertos Términos Municipales de 1902. Tres años más tarde, la Asamblea Legislativa de Puerto Rico derogó esta ley y volvió a constituir a Toa Baja como municipio independiente, con los mismos barrios que lo integraban en 1902.

A pesar de la transformación en la economía de la Isla, Toa Baja se mantuvo produciendo azúcar hasta las últimas décadas del siglo XX. La Finca de Beneficio Proporcional, operada por la Autoridad de Tierras y su subsidiaria, la Corporación Azucarera de Puerto Rico, cosechó 49,474 toneladas de caña de azúcar que a su vez produjo 3,616 toneladas de azúcar para mediados de la década de 1970. Para esa misma época, existían nueve vaquerías de primera clase.

Entrando al siglo XXI, Toa Baja se caracteriza por sus industrias licoreras, textiles y de efectos electrónicos, al igual que por un crecimiento en el sector de la construcción de numerosas urbanizaciones.

Símbolos

Bandera
La bandera de Toa Baja fue diseñada en 1980. La misma posee los colores dorado y verde, con llaves en oro y plata. La faja verde alude a las llanuras del Toa; el color dorado representa el sol que baña estas llanuras. Las llaves cruzadas en aspa simbolizan a San Pedro Apóstol, patrón de este municipio. En forma parecida, figuran las llaves, al relieve, en el frontal de plata (altar mayor) de la Iglesia Parroquial de Toa Baja, San Pedro Apóstol.

Escudo
El escudo de Toa Baja se compone de un campo de oro, con una faja ondeada de sinople, cargada de una llave de oro, puesta en banda, sobre otra llave de plata, puesta en barra, cuyas guardas están colocadas hacia el jefe. Hacia la derecha de ellas, hay una “F” gótica, coronada de oro, y hacia la izquierda, una “J”, también gótica y coronada del mismo metal.

La faja está acompañada de tres manojos de yuca con cinco hojas de cada uno al natural. En el timbre, se encuentra la corona mural de oro, con tres torres, mamposteada de sable y adjurada de gules. Rodean el escudo por sus flancos y punta, y cruzados por lo bajo, dos tallos de caña de azúcar, hojeados y rematados por flores de guajana, todo al natural.

La faja ondeada representa al río Toa, uno de los primeros mencionados en los anales de Puerto Rico y en cuyas riberas intentó Juan Ponce de León establecer la primera población de Puerto Rico.

Las llaves cruzadas en aspa simbolizan a San Pedro Apóstol, patrón del pueblo. La “F” y la “J” coronadas representan a Don Fernando II de Aragón y Castilla, y a su hija, Doña Juana, soberana de Castilla y León, a quienes se refiere el apelativo de Reyes Católicos, en la denominación de la Granja de los Reyes Católicos. Esta granja se ha conocido, históricamente, como la estancia que se dedicó al cultivo y a la aclimatación de productos agrícolas y que fue establecida junto al Toa por los colonizadores en tiempos de estos monarcas.

Los manojos de yuca aluden a uno de los principales cultivos de dicha granja y constituyen un símbolo de los indios que en ella trabajaron, ya que su principal alimento era el casabe o pan de yuca. La corona mural es la tradicional insignia municipal con que se timbra a los escudos de pueblos, villas y ciudades. Los tallos de caña de azúcar aluden al cultivo de ésta y a la industria azucarera, que constituyó la principal fuente de riqueza de Toa Baja, riqueza representada por el oro del campo del escudo.


Alcaldes en su historia


Antigua casa alcaldía

1754 Bernardino Aponte
1755 Francisco de Lara
1777 Raimundo Martínez
1780 José Raimundo Muñoz
1781 Fernando Antonio Silva
1782 José Canales
1788 Tomás Villafañe
1822 Jacinto López Martínez
1824 Florencio de Areyzaga
1826 José Ramírez
1830 Luis Canales, Luis Camacho
1832 Francisco Girona
1845 Jose Manuel de Cordova
1849 Francisco D. de Vega
1853 Arturo O'Neill Francisco D. de Vega
1854 Francisco Giménez Prieto, Francisco D. de Vega
1855-1859 Manuel Aguayo
1860 J. Arrechea
1860 Manuel Aguayo
1860-1867 Manuel Córdova Chavet
1868 F. García
1868 Juan Hernández Passalacqua
1870 Bruno de Pereda
1872 Celedonio López Monedero
1874 Miguel de Lara
1874 Nicolás Ordaz
1874 Zoilo Pastrana
1876-1877 J. Gómez Jiménez
1879 J. Mazpuli
1879 Zoilo Pastrana
1879 Jacinto González
1880 J. Carpena
1880- aldea: agrupación de casas que no constituye un municipio y está agregada a un pueblo mayor. En esencia, era un poblado con poco vecindario y, por lo común, sin jurisdicción propia. Berenguer
1882 José G. Pastor y Juan Vila
1883 Antonio Somato
1883 Emiliano Díaz
1883 José G. Pastor
1884 1885 Emiliano Díaz
1885 1887 Gerardo Puig
1887 Juan Valladares
1887-1888 Gerardo Fonalledas
1888-1890 Arturo García Villanueva
1890 Joaquín Aldea Berenguer
1891 Manuel Vázquez Alayón
1892 Wenceslao Segarra
1893 A. de Aherán
1893 Antonio Gonzales
1893-1894 Antonio Arrieta Zamora
1894 Francisco Colón y Córdova
1894-1895 José Eduardo Géigel
1895 Francisco Colón y Córdova
1895 Gerardo Cruz
1895 Gerardo Puig y Mundo
1897 Juan B. Romero
1898 Francisco Salas
1898 Juan B. Romero
1899 Francisco J. Salas
1900 José Melecio
1900 Francisco J. Salas
1901 Juan B. Romero
1901 J. M. Báez
1902 Juan B. Romero
1902 Francisco J. Salas
1918 Félix Escudero
1922 Nicolás Barrientos
1924 Francisco Córdova Rios
1928 Blás C. Herrero
1932-1940 Basilio Milán
1944 Miguel Rosado
1948-1952 Ramón Rivera Cruz
1956-1960 Timoteo Salas Quintero
1960-1964 Amadeo Ortiz Santana
1968-1972 Tomás Rijos Oquendo
1972-1976 Ramón Ibáñez Ortega
1976-1984 Juan Hernández Ferrer
1984-2001 Víctor M. Soto
2001-2005 Víctor Santiago Díaz
2005 al presente Aníbal Vega Borges
Lugares de interés

• Fortín El Cañuelo
• Isla de Cabras
• Islas Hermanas
• Balneario Punta Salinas
• Complejo Turístico Refinería Ron Bacardí
• Central Constancia
• Hacienda Santa Elena
• Central Termoeléctrica de Palo Seco
• Ermita: Santuario generalmente pequeño, erigido en despoblado acomodado a las necesidades de los vecinos más o menos lejanos. Se erigían para que los vecinos que vivían lejos de la iglesia pudieran cumplir con sus deberes religiosos. Se autorizaba a erigir una ermita a aquellos que vivían a más de seis leguas de la cabecera o en las estancias y hatos que tuvieran 30 vecinos o más. de la Candelaria
• El Trencito
• Vega del Plata

Personajes ilustres

Virgilio Dávila – Poeta criollista.

Ernesto Juan Fonfrías – Abogado, novelista, poeta y ensayista.

Manuel Padilla Dávila – Agrimensor y poeta.

Teresina Delgado – Poetisa, oradora y compositora musical.

Luis M. Santiago – Maestro y autor del himno de Toa Baja.

Pablo Pantoja Robles – Veterano de las Fuerzas Armadas de EE.UU. y asambleísta municipal. Se le dedicó póstumamente el Centro de Usos Múltiples de Levittown.

Dra. Carmen A. Pantoja – Primera mujer astrónoma de Puerto Rico; profesora asociada de Física y Astronomía en la Universidad de Puerto Rico. Fue ganadora del Premio Nielsen por su tesis doctoral. Trabajó en el Centro de Astrofísica (Harvard) y fue editora científica de la Sociedad Astronómica Telescopium y de Universo.
Ciudades cercanas:
Coordenadas:   18°25'57"N   66°11'56"W
Este artículo fue modificado por última vez hace 9 años