Ermita y Fuente de San Vicente Ferrer

 parque, Ermita

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Ermita de San Vicente Ferrer (Ermita de Sant Vicent Ferrer): de 1571, se trata de un edificio sencillo con elementos barrocos y neoclásicos, levantado sobre uno anterior dedicado a la Virgen de la Fuente (Mare de Déu de la Font). Éste, a su vez, estaba situado en el lugar en que en época romana existió un templo dedicado a la salud y la fecundidad. El edificio actual se levantó para conmemorar un milagro de San Vicente Ferrer que, según la tradición, había hecho brotar agua de un pozo en durante una fuerte sequía ocurrida en 1410. En el paraje en que se encuentra, llamado Fuente de San Vicente (Font de Sant Vicent), existen varios manantiales y vegetación de pinos, eucaliptos y acacias, así como una importante fauna acuática (tencas y patos), arborícola (ardillas) y palomas.
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A unos tres kilómetros al norte de la ciudad se halla la Ermita dedicada a San Vicente Ferrer, bendecida en 1751. Es un santuario muy popular y en sus cercanías estuvo antes otra ermita dedicada a la Mare de Deu de la Font, que dio origen a un monasterio franciscano en 1563, ocupado 20 años más tarde por los trinitarios calzados que lo abandonaron a su vez en 1723. Junto a la ermita se encuentra un pequeño lago originado por el nacimiento de aguas de unos "ullals", que se denomina Font de Sant Vicent y cuya permanencia se atribuye a dicho santo, que, con motivo de una gran sequía estuvo en este lugar el año 1410, a petición de los jurados de la entonces Villa, prometiendo que no se secaría jamás. Se conserva un rebrote de olivo bajo cuya sombra predicó el santo dominico, exhortando a la penitencia. Una gran explanada con árboles hace más atractivo el lugar, que ahora es denominado parque de San Vicente y se ve muy frecuentado por propios y extraños durante los fines de semana.
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