El viejo aeropuerto de Los Estancos

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El aeropuerto de Los Estancos, predecesor del actual aeropuerto de El Matorral, estuvo en servicio desde 1951 hasta 1969. Sus instalaciones siguen hoy en pie como por milagro, pendientes de su rehabilitación definitiva, y la vieja pista todavía cruza perpendicularmente la carretera que va de Puerto del Rosario a Tetir.

El ministro del Aire había autorizado en mayo de 1950 la construcción en Los Estancos de un aeródromo que sustituyese al de Tefía (el primero de los que durante esta mitad de siglo han prestado servicio en la Isla), así como su uso por el tráfico civil. Los soldados del acuartelamiento de Tefía acondicionaron el terreno y, a partir de 1951, algunos aviones militares y de Iberia utilizaron ya la pista de terreno natural compactado que cruzaba la carretera de Tetir a 4 km. de la capital. Hasta el año siguiente, no obstante, los aterrizajes se producirían en Los Estancos o en Tefía según la orientación del viento.

El nuevo aeropuerto no dejó de crecer bajo la dirección de Luis López del Amo (1951-1967) y Nemesio Suárez Mendoza (1967-1969). En los primeros años se construyeron cocheras, el edificio terminal, la torre de control y otras estructuras que hicieron del aeropuerto uno de los pocos edificios que en 1954 disfrutaban de luz y agua corriente en la isla. A su alrededor fue surgiendo también poco a poco el pueblo de Los Estancos, en lo que antes no habían sido sino campos yermos.

La pista 03/21 cruzaba la carretera, de forma que un soldado estaba permanentemente a cargo de una barrera a cada lado de la pista, que servía para detener el escaso tráfico de la época durante los aterrizajes y despegues de los míticos DC-3 de Iberia. Desde la torre de control se avisaba al guardabarrera con señales acústicas (un pito) o visuales (banderas). Cuando el tráfico rodado aumentó en la Isla, y tras el susto de algún automovilista sorprendido por una toma demasiado cercana y polvorienta (quizá el sonido del pito no era suficiente), la barrera quedó a cargo de personal del aeropuerto, que en un vehículo se desplazaba hasta la barrera a cada ocasión. En 1955 se inauguró una segunda pista, la 12/30, para aprovechar los vientos cruzados que hasta entonces habían impedido numerosos aterrizajes.

A partir de 1960 resulta cada vez más evidente la mala conservación de la pista. Los pilotos se quejan frecuentemente de las dificultades al tomar, y varias obras de relleno y de balizamiento se suceden; pero la pista nunca llega a ser asfaltada. Se hace notoria la urgencia de un aeropuerto que permita aterrizar todo tipo de aeronaves y que atraiga el turismo que por esos años empieza a percibirse como motor económico de la Isla. En 1966 se alcanza la cantidad, entonces récord, de doce tomas en un día; Los Estancos ya no reúne las condiciones necesarias para atender las necesidades de Fuerteventura.

En 1965 se efectúa el primer estudio, en 1966 comienzan las obras y el 15 de septiembre de 1969 se inaugura el nuevo aeropuerto internacional de El Matorral, que marca una mejora cualitativa en las comunicaciones majoreras y que hoy día sigue cubriendo la demanda de Fuerteventura en ese terreno. El día anterior había quedado clausurado el aeródromo de Los Estancos, que todavía en 1971 se reabriría temporalmente, durante ciertas obras de acondicionamiento en El Matorral. Desde entonces, la vieja terminal contempla indiferente el tráfico de automóviles que, olvidada ya la pintorresca barrera, cruza la pista 03/21.