Mulalillo

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Hacia el año 1645, toda la región donde se encontraba Mulalillo y Cusubamba se llamaba Cunchibamba, que en idioma kichua significa ‘llanura como falda de mujer’. Ese año, el cacique Gaspar Sanipatín trajo desde Mulaló los primeros pobladores de Mulalillo. En 1647, cuando contaba con 33 años de edad, el cacique Gaspar Sanipatín prestó promesa de ley como «alcalde de indios» y ese mismo año planificó el asentamiento del pueblo de Mulalillo. Se encontraban bajo la jurisdicion de Cusubamba tanto en lo civil como en lo eclesiástico. El cacique Gaspar Sanipatín (o Zanipatín) y su esposa Cecilia Zumba tuvieron una hija llamada Clara. Su periodo de gobierno duró largo tiempo y falleció en el siglo XVII.

El nombre de Mulalillo es el diminutivo español de Mulalo, que significa ‘llanura de caracoles’ en idioma araucano, y por lo tanto significa “llanurita de caracoles”. Se ha demostrado la presencia de mapuches (que durante siglos tradicionalmente vivieron en Argentina y Chile) en Perú y Ecuador.

En el territorio de la actual Mulalillo, se asentaron gran parte de las haciendas de los jesuitas conocidas con los nombres de Nagsiche y La Provincia. Estas haciendas fueron administradas por diferentes propietarios por largo tiempo.

En el año 1780, en una visita pastoral que realizaba el obispo Blas Sobrino y Minayo al pueblo de Cusubamba, escribió que Mulalillo era anexo de Cusubamba. Despues de un tiempo, el obispo ordenó la construcción de una capilla, donde se instaló una pila bautismal, para que los feligreses de dicho sector (Mulalillo) evitaran el largo viaje a Cusubamba para bautizar a sus hijos.

El 29 de mayo de 1861, de acuerdo al artículo 4.º de la Ley de Division territorial del Ecuador, Mulalillo se elevó a la categoria de «parroquia», perteneciendo al cantón Latacunga.
El 17 de septiembre de 1919 se creó el cantón Salcedo, y Mulalillo pasó a formar parte de este.

Entre sus personajes más ilustres está el escritor y pintor Luis A. Martínez (1869-1909) quien en 1894 ―con apenas 24 años― fue nombrado «teniente político» de Mulalillo, cargo en el que impuso vigilancia a las familias indígenas, impidiéndoles festejar de acuerdo con sus tradiciones, y obligó a pagar multas al sacerdote católico local, de quien las habladurías del pueblo afirmaban que estaba teniendo relaciones con una feligresa.
Los días domingos, con sus amigos Luis Aníbal Mera y Manuel Páez Moscoso ingresaban a caballo en la capilla de Mulaló, perturbando las fiestas religiosas de los indígenas.

mulalillo.gob.ec/cotopaxi/