Balneario de Ledesma

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Fue en la época romana cuando se empiezan a explotar los Baños de Ledesma empezados en tiempo de Marco Aurelio y concluyéndolos su hijo el emperador romano Commodo, según las monedas encontradas dentro de un arca, en el depósito de las aguas minerales en 1709. En 1883 con otras obras se descubren hasta seis sepulturas romanas, con una moneda romana en todas ellas. Esto parece evidenciar la existencia de termas romanas en el lugar de los baños. Por otro lado Baños se hallaba asentada en la calzada romana que comunicaba Salamanca con Ledesma, muy cercana a la Calzada de la Plata.
En el año 939 Ramiro II de León manda repoblar Baños. En 1164 Fernando II de León concede a la iglesia de Salamanca la villa de Baños.
En la Baja Edad media tuvieron mucha importancia ya que la villa contó con un Arciprestazgo (sínodos de 1411 y en especial el de 1497 que recoge en acta notarial la participación del Archipreste de Vaños.) y el médico de los Reyes Católicos recomienda las Aguas en estos Baños.
Parece ser que hasta el siglo XVIII los Baños siguen sin pertenecer a nadie. (Fuero de Ledesma, capitulo De las fuentes antiguas: Fuentes antiguas e poços antiguos sean de conceyo, e non los cierre nadie.)
En el siglo XIX es la burguesía quien se encarga de hacer florecer los Baños de Ledesma proliferando los informes, pequeños estudios y compendios bibliográficos hidrológicos.
En 1.931 se declara Monumento Histórico Artístico perteneciente al tesoro Artístico Nacional.
En 1975 se construyen los actuales edificios y en 1989 se procede a la renovación y ampliación tanto del Hotel como de las instalaciones Balneoterápicas.
Desde 1990 es propiedad del Montepío y Mutualidad de la Minería Asturiana contando con 244 habitaciones y 35 Apartamentos, siendo así uno de los centros termales con mayor capacidad de la Península.
Hoy es el lugar idóneo para pasar unos días, donde la salud y el relax están asegurados disfrutando de una cura termal que su organismo le agradecerá, donde la salud natural está más cerca.