Colegio Santo Domingo (Ориуэла)

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En 1546, siendo D.Fernando de Loaces y Pérez, obispo de Lérida, decidió beneficiar a su ciudad natal con un Estudio General, entregándolo a la dirección de los Padres Dominicos. En 1552, con bula del Papa Julio III, se erige en Colegio Pontificio.

En 1553 comienzan las obras, dirigidas por Juan Inglés, que se terminaron hacia mediados del siglo XVIII. El edificio se proyecta sobre dos patios interiores, al modo de los palacios renacentistas, y se incluye una iglesia anexa al Convento. Se trata de un edificio que presenta magníficos ejemplos del arte Renancentista, Manierista y Barroco armonizados en un conjunto homogéneo de singular belleza.

En 1569, el Papa Pío V concedió al Colegio la categoría plena de Universidad Pública de todas las ciencias y artes para cuentos a ella quisieran concurrir, fueran clérigos o seglares, equiparándola a las Universidades de Salamanca, Alcalá, Valencia y otras, con las mismas prerrogativas y derechos; sin embargo, hay que esperar hasta 1610 para que se inaguren los estudios. En 1646, Felipe IV la declara Universidad Regia, General y Pública.

Durante el siglo XVIII, coincidiendo con el aumento demográfico y la revitalización de la agricultura, se vive una Época Dorada en la Universidad de Orihuela. Contaba con 24 cátedras, un claustro de unos 100 doctores y cerca de 300 alumnos, además de 117 colegiales en el Seminario, que estaban incorporados a ella, al igual que los del Seminario de San Fulgencio de Murcia.


Las pestes de 1648 y 1676 habían coincidido con un momento crítico para la Universidad Oriolana, resultando el siglo XVII muy negativo para la institución. Desde tiempo atrás arrastraba los defectos de cualquier Universidad barroca: escolasticismo y temor a las novedades científicas Las posiciones políticas encontradas entre la ciudad de Orihuela y la nueva monarquía Borbónica tras la Guerra de Sucesión habían repercutido negativamente en la Universidad al no poder atender al municipio convenientemente las cátedras. El plan de Reforma de enseñanza de 1807 restringió las disciplinas a Filosofía y Teología, perdiendo de hecho a casi todos los estudiantes seglares. En 1824 fue suprimida definitivamente la Universidad en virtud de un nuevo plan de estudios. Quedaba tan solo el colegio de Dominicos.


En 1836, tras la Ley de Exclaustración de las ördenes Religiosas y la Desamortización de Mendizábal, el edificio pasó al Obispado de Orihuela, que, a partir de 1871, por medio de la Compañía de Jesús, mantuvo el Colegio de bachillerato hasta la marcha de esta Orden a Alicante en 1956.

En octubre de 1956, D. Pablo Barrachina y Estevan, Obispo de Orihuela, se hizo cargo de la regencia del Colegio, teniendo que sortear múltiples difcultades. Desde entonces, es el clero diocesano el encargado de dirigir la acción educativa en este Colegio Diocesano.