Cox

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La denominación de Cox con la que se le conoce en la actualidad, es fruto de sucesivas variaciones y adaptaciones del vocablo latino "COXU" o "COXUM", que de acuerdo con la opinión del filólogo francés Du Cange venía a significar lugar cerrado o cercado, tal vez por las montañas que lo cierran por el lado sur y levante.

Si en principio la antigua alquería árabe de Cox había sido incluido en los territorios del reino de Murcia, por el Tratado de Torrellas de 1304 quedaba incorporado al Reino de Valencia, adscrito a la jurisdicción municipal de Orihuela.

En 1320 Jaime II cedía dicha población a Arardo de Mur, cuyo hijo lo vendería en 1339 a la familia Vidal. En la segunda mitad del siglo XIV, Cox era adquirido por Lázaro Gilabert pasando, en la siguiente centuria, a ser propiedad de Juana Dávalos.

En el primer cuarto del siglo XVI Cox conseguía su segregación como municipio independiente del de Orihuela. Fue lugar de moriscos, contabilizándose un total de 125 casas en 1609, habitadas en su mayoría por población musulmana. La expulsión de los moriscos y la gran peste del año 1648, que dejó al Bajo Segura casi vacía de efectivos humanos, cubriéndose este vacío con grandes inmigraciones de colonos de la meseta manchega, que contribuyó definitivamente a la pérdida de la lengua vernácula, y con la implantación del castellano empezó a llamarse Cox, amparado más tarde con los Decretos de Nueva Planta emitidos por el primer Borbón, Felipe V.

Cox durante la época foral formó parte de la governació d´Oriola, pasando a pertenecer en 1707 al corregimiento de Orihuela. En 1822 quedó incluido en la provincia de Murcia, pasando en 1833 a la de Alicante. Según datos demográficos referentes a 2004, cuenta con una población de derecho de 6.377 habitantes.